El sistema de competencia de cambio climático es una propuesta de varias organizaciones internacionales. Cada una de ellas, le da un enfoque difernet y por eso merece la pena desarrollarlos.

● Environmental Competence (EC): definida como la habilidad de enfrentarse manera efectiva al medio ambiente inmediato. Se conforma por componentes como la conciencia hacia el medio ambiente, habilidades para sobrevivir en la naturaleza, tener conocimientos en campos como las energías renovables y llevar a cabo acciones a favor de la conservación.

● Pro-Environmental Competence (PEC): definido como la capacidad de dar una respuesta positiva a las demandas de protección del medio ambiente. En parte es similar a la anterior, pero no se hace mención a la supervivencia personal. Se centra en la protección del medio ambiente. Se distinguen componentes como la motivación personal para actuar en protección del medio ambiente, creencias culturales o percepciones ecológicas en torno al consumo de materias primas.

● Action Competence (AC) conformada por la unión de tres conceptos: el conocimiento del impacto de nuestras acciones (tanto los impactos negativos sobre el medio ambiente así como los positivos), ser conscientes de la eficacia de nuestros esfuerzos (tomar decisiones cuyos efectos sean positivos para el medio ambiente, hemos de ser conscientes que las acciones a nivel individual son importantes) y, por último el deseo de actuar, es decir, de llevar a cabo estas acciones con un objetivo presente: la defensa del medio ambiente.

Estas competencias han adquirido especial importancia tras el Tratado de París. El objetivo de esa conferencia consiste en reducir a la mitad la emisión de gases de efecto invernadero para 2050. Por eso, y apoyándose en los Objetivos de desarrollo sostenible, afirman que es necesario el desarrollo de una competencia de Cambio Climático.

Los componentes de la competencia de cambio climático

La Competencia en Cambio Climático también se conoce como 3C. Se compone de tres dimensiones y estas se subdividen en diferentes subdimensiones. Las componentes son:

El conocimiento

El conocimiento implica saber. En otras palabras, se trata de entender todos los conceptos y contenidos referentes al cambio climático y su definición. También de conocer la magnitud de sus consecuencias, y por tanto, el desequilibrio del clima terrestre causado por los humanos. Este aspecto requiere compartir información científica entre países y organizciones.

Los subdimensiones fueron propuestas por United States of Climate Change Research Program (USGCRP). Estas son:

● Procesos biofísicos. Principios básicos de física y química referentes al CC que ayuden a entender el efecto invernadero o el peso del CO2 como gas de efecto invernadero y la influencia de las actividades humanas en el incremento del mismo.

 Consecuencias. El impacto negativo de las acciones humanas sobre el sistema climático así como sobre las tierra, océanos y la atmósfera, entendiendo éstas y no causas naturales como las principales causantes de las consecuencias del cambio climático.

● Causas. Entender que el cambio climático está producido por la actividad humana y que existe un consenso científico superior al 97%.

● Respuesta. La capacidad de mitigación y adaptación del individuo ante el cambio climático. Algunas de estas actividades son el consumo de carne o el uso de combustibles fósiles.

En este sentido, el USGCRP señala la importancia de todas aquellas fuentes que ayuden a la sociedad a entender el fenómeno y que contribuyen a una necesaria alfabetización climática pueden establecerse como «literatura climática».

Con el fin de facilitar el acceso a esta literatura científica, en 2009 se creó The Essential Principles of Climate Science Literacy (National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), American Association for the Advancement of Science (AAAS), NASA (National Aeronautics and Space Administration).

El acceso a esta literatura climática conlleva la toma de decisiones responsables por parte de la ciudadanía que mejoraran su calidad de vida.

Las habilidades

La dimensión de las habilidades consiste en el saber hacer. Trata sobre la capacidad de usar un conocimiento y aplicarlo ante un determinado problema con el objetivo de lograr unos resultados concretos.

En relación al cambio climático, la adaptación y la mitigación son las herramientas principales para enfrentarnos al avance de dicho fenómeno. Las estrategias relacionadas con estas herramientas son aplicables en todas las actividades humanas para reducir las causas del cambio climático.

la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) propone educar en el desarrollo de habilidades para enfrentarse a la problemática del cambio climático desde el sistema educativo y desde edades tempranas.

Desde un punto de vista educativo, estas estrategias deben traducirse en la enseñanza de acciones concretas. Por lo tanto, se deben proponer actividades que el estudiante pueda llevar a cabo en su día a día. Así estas acciones al llevarse a cabo colectivamente se conviertan en acciones sociales.

La Oficina Española en Cambio Climático y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas proponen las siguientes acciones.

● Compras o eco-shopping. Se refiere al consumo de productos locales y de temporada. El fin que se persigue es reducir la huella de carbono que supone la plantación de productos de zonas geográficamente alejadas para evitar el uso de refrigeradores o calentadores en el transporte y el propio transporte con las emisiones correspondientes.

Por otro lado, consumir productos en cuya plantación no haya sido utilizado el uso de pesticidas o fertilizantes. Son numerosas las metodologías y proyectos que pueden llevarse a cabo para educar en el mismo: huertos escolares, clases de cocina, visita a agricultores de la zona, …

● Transporte o eco-driving. Trata sobre el empleo adecuado de medios de locomoción menos contaminantes o el empleo masivo del transporte público. Estas acciones tienen un gran peso para reducir el efecto del cambio climático.

● Ahorro de energía. Esta acción es aplicable a todas las personas de forma individual y colectiva. Tienen como objeto la disminución del uso de energía. La formación en este campo puede traducirse en la enseñanza de acciones no solo a desarrollar en casa, sino en el propio centro. Por ejemplo: apagar el proyector al no usarlo, apagar las luces al salir del aula, aprovechar la luz natural frente a la iluminación artificial, ….

La actitud

Es la evaluación del grado de concordancia de estar a favor o en contra a algo y las acciones tomadas al respecto. Esta dimensión de carácter socio-emocional es compleja y en parte diferente para cada individuo en base a su entorno y valores.

Se manifiesta mediante el impulso de querer actuar frente a un hecho entendiendo la necesidad y responsabilidad que conlleva dicha acción. En relación al cambio climático, supondría la comprensión de la responsabilidad como seres humanos de las causas del mismo y la necesidad de actuación frente a las consecuencias para, posteriormente actuar en base a una información científica contrastada.