La sostenibilidad ambiental es la gestión eficiente de recursos naturales en la actividad productiva, permitiendo su preservación para las necesidades futuras.

El desarrollo económico es una cadena que tiene varios eslabones y uno fundamental es el medioambiente.

Las empresas no pueden disponer de él como si fuera una fuente inagotable de recursos, aun cuando el fin que persigan sea satisfacer necesidades humanas, a través del consumo.

Los recursos naturales son limitados y su sobreexplotación o mal manejo puede derivar en que en el mediano o largo plazo no existan fuentes importantes de abastecimiento de elementos esenciales; como el agua, la energía eléctrica, la tierra, los árboles, etc.

Otra definición de sostenibilidad ambiental

Según la Comisión Mundial sobre Medioambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas en 1984, la sostenibilidad ambiental consiste en actuar de una manera que asegure que las generaciones futuras tendrán suficientes recursos disponibles para tener la misma calidad de vida, o mejor, que las generaciones presentes.

Esta definición se considera bastante estándar, aunque para ser rigurosos no está globalmente aceptada al 100%. Por ese motivo, se ha ido ampliando posteriormente para incluir diferentes perspectivas sobre las necesidades del ser humano y su bienestar. Estas perspectivas incluyen variables, como salud, educación, agua, calidad del aire y la protección de ecosistemas.

La sostenibilidad ambiental es necesaria para mantener los recursos naturales y evitar poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus necesidades vitales. Un paseo es suficiente para recordar la importancia de nuestros bosques, arrecifes de coral o desiertos. Estos actúan como muestra de la variedad de ecosistemas naturales.

Las implicaciones del desarrollo social en la sostenibilidad ambiental

Gestionar con eficiencia los recursos naturales no sólo es importante para que estos no se agoten, sino también para asegurar la calidad de vida de las personas que podrían verse amenazadas por la explotación desproporcionada de estos.

Por ejemplo, si en un sector rural las personas no tienen agua potable y dependen de un pequeño pozo para abastecerse, alimentar a sus animales y regar sus cultivos, sería una amenaza que una empresa forestal plante árboles de eucalipto en las cercanías del pozo, dado que, por las características de este tipo de especies, consumen demasiada agua y probablemente el caudal del pozo no dé abasto para sostener la plantación de estos árboles y las necesidades de las comunidades aledañas.

En este caso, el riesgo es doble, porque por una parte afecta el abastecimiento de las comunidades, y por otra, se corre un riesgo de que el recurso del agua en esa zona se agote.

Esto puede generar una debacle social, porque obligaría a las personas a emigrar a otros lugares que cuenten con las características ideales para el trabajo rural, y de no encontrar ese lugar, migrar hacia las zonas urbanas, generando una despoblación de las zonas rurales y con ello, un cambio en las formas de vida de comunidades que por años han subsistido gracias a los recursos naturales.

El aporte de la sostenibilidad ambiental en la economía

Es importante precisar que el crecimiento y desarrollo económico no son lo mismo. El primero tiene que ver con aspectos cuantitativos; cifras de empleo, de producción, consumo. Mientras que el desarrollo económico trata sobre los aspectos cualitativos que lo interpretan.

El desarrollo económico está más relacionado con la sostenibilidad ambiental. Es necesario que los métodos de producción que hacen posible que un país crezca económicamente sean sostenibles. Por lo tanto, acentúa su foco de atención en que los métodos utilizados por los sectores productivos no castiguen la preservación de los recursos naturales.

El crecimiento económico se traduce en cifras de las cuales es difícil saber a ciencia cierta cómo fue posible alcanzar esos resultados. Por lo tanto, preguntarse si en ello existe sostenibilidad ambiental es importante, porque esta es una fuente de recursos limitados. Debemos ser conscientes que pueden desaparecer, si no se gestionan adecuadamente.

Las alternativas que hoy están a disposición del hombre para cuidar los recursos naturales están ancladas en la innovación, la responsabilidad social corporativa y la generación de modelos de negocio que incorporen el factor sostenible en su actividad económica.

Las condiciones climáticas en sostenibilidad ambiental

El factor climático es una oportunidad para la generación de actividad productiva responsable y eficiente. Un buen ejemplo es la generación de energía de origen renovable. Estas energías las que tienen su origen en medio de fuentes naturales y sin dañar al medioambiente.

En zonas lluviosas, los agricultores generan sistemas de racionalización del agua para asegurar el abastecimiento de regadío para sus cultivos y así, los diferentes actores que intervienen en el desarrollo económico ven cada vez con mayor profundidad las oportunidades que el medioambiente, a través del clima, entrega para el crecimiento económico.

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Demostrar que es la sostenibilidad ambiental con ejemplos

Ahorro de energía

Una práctica que se está implantando en todo el planeta es la de desechar los tradicionales combustibles fósiles en pro de las energías renovables, así como el ahorro de energía. Si entre todos conseguimos utilizar menos energía y de forma más eficiente, el impacto en el medio será infinitamente menor.

Ecoturismo

El turismo sostenible fomenta la visita de espacios naturales para el esparcimiento, así como para conocer el entorno y sus habitantes. Puede reducir los impactos ambientales causados por las actividades turísticas estándar, como la contaminación, la acumulación de desechos e incluso la deforestación.

Agricultura sostenible

Un componente importante de la agricultura sostenible es la rotación de cultivos. Estos se rotan en diferentes zonas para evitar que las plagas destruyan los nutrientes de una, y para evitar fertilizar en exceso un área de tierra. Esta técnica también ayuda a reponer los nutrientes en el suelo para que las plantas puedan crecer mejor.