Una pregunta frecuente en sostenibilidad trata sobre que es una competencia. Buscando en fuentes oficiales tenemos estas definiciones.
Según la Real Academia de la Lengua Española, la competencia es la pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.
Otra forma de definirla es según la Comisión Europea, que afirma que la competencia es una combinación de conocimientos, habilidad y actitud. En este sentido, estar en posesión de una competencia implica saber los conceptos en torno a un área concreta, tener la habilidad de utilizar un conocimiento para obtener un resultado deseado, y actuar ante una situación, idea o grupo de personas
En base a estas definiciones podríamos establecer que una competencia es algo más amplio que unos conocimientos concretos, también implica cómo y con qué predisposición se actúe en base a esos conocimientos.
El modelo de competencias comprende el un método de enseñanza que busca la formación integral del individuo. Va más allá de los conocimientos concretos ayudando al individuo a desenvolverse en el mundo a través decisiones fundadas en base a los mismos.
El modelo de competencias
El modelo de competencias se compone de diferentes dimensiones:
– Aprendizaje de saber: conocimiento (general y específico, tanto teórico como práctico).
– Aprendizaje de hacer: habilidades resultantes del aprendizaje y la experiencia
– Aprender a ser: valores y actitudes
El modelo de competencias surgió en los años 80 y buscaba la formación de los estudiantes en base a las necesidades del mercado laboral cambiante y en constante evolución donde muchos conocimientos quedan obsoletos.
Tomando técnicas didácticas y de evaluación del Constructivismo el modelo de competencias supone el desarrollo de herramientas que permiten la constante adquisición de conocimientos. Así se logra el aprendizaje a lo largo del desarrollo y la vida de los individuos.
Son numerosos los organismos internacionales tales como la OCDE, UNESCO, UNICEF o el Banco Mundial los que han mostrado preocupación por los sistemas de educación actuales. Denuncian una incapacidad de formación universitaria para las necesidades que el mundo actual demanda. Por eso, defienden el modelo de competencias.
Las ventajas del modelo de competencia
Este sistema presenta numerosas ventajas frente a metodologías tradicionales, ya que trabajar una temática más allá de los contenidos (saber), también educa en cuándo y cómo llevarlos a cabo interrelacionándolos con una problemática concreta (saber hacer) y por último en la conciencia que los hace actuar en base a los mismos (saber ser).
Otra de las principales ventajas del modelo de competencias radica en la interacción que provoca entre las instituciones educativas y la sociedad, contribuyendo a sus dinámicas de desarrollo social y económico, así como a nivel ecológico y ambiental.
Este modelo ha traído problemas a los docentes para dominar el enfoque. Por otro lado el alumno puede llegar a tener otra manera de aprender en el proceso enseñanza-aprendizaje, habilidad que puede impactar en la solución de problemas de la vida real.
Se considera necesario la formación ya no solo de los futuros docentes, sino también de los que ya se encuentran en ejercicio.
Las competencias en sostenibilidad ambiental
Las competencias en sostenibilidad ambiental son: la reflexión sistemática, análisis crítico, sentido de responsabilidad hacia las generaciones presentes y futuras, y toma de decisiones colaborativa.