Muchos países han hecho grandes esfuerzos para aumentar la educación de postgrado, a menudo aumentando la financiación de las universidades. Así, desde 2003 el número de doctorados aumentó en EE.UU. 37%, en Bélgica creció 61% entre 2000 y 2017 y en Holanda 260% en 30 años. El número de posiciones de investigación con empleo fijo crece lentamente o, en algunos países directamente disminuye. La consecuencia es un aumento en la cantidad de investigadores temporales.
Por ejemplo, en Francia la relación de doctorados fijos en nuevas plazas de universidades e instituciones públicas de investigación es de 10:1 (OECD 2021a). Esta misma relación se observa en EE.UU. (Woolston 2020).
Se considera formación y no trabajo
Normalmente se considera que las investigaciones de los estudiantes de doctorado es parte de su formación y no un trabajo. Por lo que sus condiciones de empleo son peores que las de trabajadores estables realizando tareas comparables.
Todos conocemos casos de investigadores en la universidad que no reciben sueldos sino gastos (transporte o comida), incluso hasta hace poco, no cobraban adicionales por horas extras. Para reducir los gastos, muchos equipos de investigación prefieren contratar postdoctorados y estudiantes de doctorado antes que investigadores a tiempo completo. Esta opción, que debería ofrecer mejores resultados, implica mejores sueldos y beneficios.
Así, estos equipos dependen cada vez más de investigadores jóvenes temporales. Lo cierto es que en muchas ocasiones, resultan una mano de obra altamente calificada y motivada a pesar de la escasa recompensa económica (Woolston 2020). Por ejemplo, el número de postdoctorados aumentó en Finlandia en la última década 140%; en Australia el 56% de los recursos humanos en investigación son estudiantes de postgrado, en Suiza el 64% de los investigadores son estudiantes de doctorado y postdoctorados y en Francia postdoctorados figuran como autores en el 70% de las investigaciones científicas (OECD 2021a).
Hay pocos investigadores dedicados a sostenibilidad con estabilidad
La reducción en la cantidad de investigadores con estabilidad se debe a la reticencia de las instituciones de investigación a contratar empleados permanentes pagados con fondos inestables o a restricciones en la contratación de empleados públicos (OECD 2121a).
Esto afecta a todos los puestos en instituciones académicas. Esto se puede comprobar en el Reino Unido y Australia, donde ya no existen los puestos académicos fijos. Por otro lado, Austria está eliminado la condición de investigador estatal y Francia está introduciendo contratos sin estabilidad en paralelo a los investigadores fijos (OECD 2021a). Esto mismo sucede en EE.UU. donde muchos puestos en investigación o docencia en universidades son ocupados por profesionales sin estabilidad.
Las causas de la baja calidad del empleo en sostenibilidad
La práctica científica está induciendo una precarización del empleo en I+D+i, y sobre todo en sostenibilidad ambiental. Esto sucede incluso en los países desarrollados donde los consumidores reclaman el cuidado del medio ambiente en los productos y servicios.
Las causas detectadas son:
✅ La globalización del mercado de trabajo para científicos
✅ El crecimiento de la importancia de team science, es decir, las investigaciones llevadas a cabo por equipos
✅ El aumento de la participación de estudiantes de doctorado
✅ La separación creciente de las carreras universitarias
✅ Los cambios en los mecanismos de financiamiento y evaluación del I+D+i
En este mercado con exceso de oferta, muchos investigadores de postgrado quedan atrapados en contratos temporales con pocas posibilidades de desarrollar carreras académicas o directamente abandonan su labor para emprender otras actividades alejadas del medio ambiente.
Las consecuencias de la baja calidad del empleo en sostenibilidad
La precarización obliga a los postdoctorados a emigrar a otros países en vías de busca de oportunidades académicas. En Holanda 51% de los postdoctorados son extranjeros (OECD 2021a).
Esta dinámica se observa claramente dentro del Espacio de Investigación Europeo (Comisión Europea 2018). En cambio, EE.UU. está teniendo dificultades para atraer investigadores extranjeros por el deterioro de las condiciones de trabajo, las políticas migratorias restrictivas implementadas y la mayor competencia de otros países.
Las remuneraciones de los nuevos doctores en la universidad son relativamente bajas. A menudo los sueldos de los postdoctorados no cubren sus necesidades. Por eso, deben tener más de un trabajo, lo que reduce su capacidad de investigación. En Holanda se estima que un doctor recién graduado necesita 10 años para alcanzar la remuneración de un trabajador no académico.
Reconociendo este hecho, en varios países desarrollados, incluidos EE.UU., Francia y Suiza, se están introduciendo medidas para formalizar el empleo postdoctoral. A pesar, del impacto directo sobre los presupuestos de investigación.
Otra consecuencia es que las universidades tienen que colaborar con las empresas privadas para llevar adelante sus investigaciones.