Existen numerosas dificultades de la investigación científica sobre el cambio climático, y eso ralentiza la compresión de este fenómeno actual.

El volumen de información científica sobre el cambio climático crece tan rápidamente que ningún investigador puede leer todo lo que se publica en su área de especialización. IBM estimó que para estar al tanto de todo lo que se publica en un ámbito de trabajo individual. Así llegó a la conclusión que un médico necesita leer 160 horas por semana (Brynjolfsson y McAfee, 2014). Este fenómeno tiene consecuencias importantes:

Colaboración en la investigación sobre cambio climático

Como no conocen todo lo que se publica en sus disciplinas y en otras áreas de investigación que pueden ser relevantes, los investigadores tienen que colaborar con otros investigadores. A veces estas colaboraciones resultan en nuevas disciplinas que emergen en las fronteras entre disciplinas existentes, por ejemplo, la bioinformática.

Los organismos financiadores de muchos países están promoviendo activamente las colaboraciones interdisciplinarias (entre disciplinas) y transdisciplinarias (que también incluyen actores no académicos).

Evolución de la investigación académica

Los departamentos académicos tradicionales estructurados por áreas disciplinarias están evolucionando para favorecer enfoques más interdisciplinarios, tanto en la investigación como en la docencia.

Algunas universidades de EE.UU. (por ejemplo, University of Arizona) ya están adoptando estructuras y currículos interdisciplinarios. Los alumnos estudian por medio de estudios de casos y no siguiendo programas académicos predeterminados.

Estructuras rígidas de trabajo

Las organizaciones públicas de investigación tienen poca flexibilidad para ajustar rápidamente sus líneas de trabajo porque las investigaciones necesitan tiempo para rendir frutos y porque muchos investigadores tienen estabilidad en su trabajo.

Al mismo tiempo, debido al rápido avance de la ciencia y la tecnología los sistemas de investigación y sus organizaciones tienen que adaptarse más rápidamente que en el pasado.

El balance entre la continuidad y el cambio requiere un delicado equilibrio ya que las decisiones sobre qué investigar y cómo son parcialmente irreversibles. Este problema se potencia por las dificultades que tiene el sector público para interrumpir proyectos en ejecución debido a los intereses que son afectados por la decisión.