Tres hembras y un macho fueron los primeros integrantes de esa comunidad de hipopótamos descontrolados. Ahora son 133 ejemplares según el último estudio del Ministerio de Ambiente junto con el Instituto Humboldt y la Universidad Nacional. El informe avisa que los paquidermos se han reproducido de manera casi exponencial.

Todo comenzó cuando el famoso narcotraficante Pablo Escobar construyó un zoológico en su Hacienda Nápoles. Tenía una extensión de casi 3.000 hectáreas, y estaba ubicada en Puerto Triunfo, en el departamento de Antioquia.

Hasta ese lugar llevó animales exóticos de todas partes del mundo que lo convirtieron en toda una sensación por lo extravagante de la propiedad sobre cuyo portón de entrada mandó instalar una avioneta que simbolizaba el medio de transporte de sus envíos de cocaína a EE.UU.

Tras su muerte en 1993, y con el fin de su cartel de las drogas, los animales del zoológico de Escobar quedaron sin control en un entorno que no era el suyo y encontraron en las planicies del Magdalena Medio un nuevo hogar al que rápidamente se acostumbraron por las condiciones favorables del terreno, regado por las aguas del río Magdalena, el principal de Colombia.

En estos momentos es «uno de los temas que más preocupa» al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. El motivo es que los exóticos paquidermos adaptaron al lugar. Ahora se han convertido en un peligro para la fauna, la flora y los campesinos de la región. De hecho, un agricultor sufrió graves heridas al ser atacado en 2020 cuando fumigaba un potrero.

Hipopótamos descontrolados en el río Magdalena

Ahora mismo viven en las riberas del río Magdalena «y se vienen reproduciendo a tasas muy altas; si no hacemos nada en los próximos ocho años tendríamos 400».

Correa explica que el peligro radica en que los hipopótamos «son animales que pueden pesar entre una y tres toneladas, comen 200 kilogramos de comida diaria y están afectando zonas de humedales, de ecosistemas de áreas protegidas».

Entre los animales que son desplazados por estos hipopótamos, que son muy territoriales, están los chigüiros y manatíes. «Imagínese lo que podrá pasar con 400».

Por otro lado, «son animales salvajes que suponen un riesgo alto para las comunidades» de la zona de Puerto Triunfo, donde se desarrollan actividades de turismo, de naturaleza y de deportes al aire libre.

Este es un ejemplo de la relación que guarda la ilegalidad, especialmente el tráfico y comercio ilícito de vida silvestre, y la pérdida de biodiversidad. Las especies que son introducidas en ecosistemas de los que no son autóctonos acaban afectando su entorno.

La dinámica de crecimiento

Entre las preocupaciones de los investigadores que estudian a esta población de hipopótamos están «que siga aumentando como indican las proyecciones y los modelos que se han definido».

En África, su continente de origen, el hipopótamo no tiene una «dinámica de crecimiento tan rápida porque tiene unos depredadores que no existen en Colombia, y unos aspectos ambientales mucho más drásticos, como periodos de sequía más grandes.

«También hay un reto muy importante en términos de comunicación y divulgación (…) una pedagogía sobre lo que son las especies invasoras» para garantizar «una toma de decisiones acertada», asegura Baptiste, una experta del gobierno local.

El problema del hipopótamo, además, es que su comportamiento invasor solo se ha visto en Colombia, porque solo acá fue traído de esa forma ilegal.

Soluciones ante un ecosistema con hipopótamos descontrolados

Un primer paso para controlarlos lo dio el Gobierno al declarar a los hipopótamos especie invasora, lo que permitirá empezar a definir cómo lidiar con esos animales que han demostrado tener tasas más altas de reproducción en Colombia que en algunos países africanos.

«Hemos estado también en África con los colegas de Mozambique, de Gabón, de Kenia, y también del Reino Unido, viendo cómo ha sido el manejo de los hipopótamos en esas regiones», y cada uno «lo ha hecho de una manera diferente», explica Correa.

El siguiente paso ante este problema es elaborar un buen plan de actuación. Es necesario hacerlo lo antes posible para evitar que esto siga aumentando. Se debe tener en cuenta que es una población realmente joven, ya que el 46 % son hipopótamos juveniles