Los hábitats biogénicos son estructuras marinas formadas por diversas especies que sirven de hábitat a otras muchas. Entre ellos se encuentran arrecifes o jardines de corales, agregaciones de esponjas o moluscos, bosques de algas y praderas marinas. La diversidad biológica asociada a estos entornos puede ser enorme. Sin embargo, su contaminación suele pasar desapercibida debido a dos factores: están compuestos por especies que no resultan emblemáticas para la opinión pública, y pueden hallarse a gran profundidad, lejos del impacto visible.

Este informe revisa los daños que sufren diversos tipos de hábitats biogénicos, enumera las obligaciones internacionales de proteger aquellos de mayor biodiversidad o fragilidad, y da indicaciones sobre acciones que pueden emprenderse localmente para complementar las políticas con el fin de detener en origen el flujo de residuos.

El plastico es el culpable de la basura en el mar

La inmensa mayoría del plástico que hay en el océano se encuentra en el fondo. Debido a ello, los hábitats biogénicos bentónicos pueden quedar sepultados por acumulación de basura.

La contaminación por plástico amenaza la biodiversidad marina de manera global. Se estima que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico al año son vertidas al océano.

El 80% proceden de fuentes terrestres, y alteran tanto la estabilidad de los ecosistemas y como la salud de las especies naturales.

Los estudios más recientes incluso han elevado la cifra a 15 millones de toneladas anuales.